Brasil derrotó por 4-1 a Italia ante 107 412 espectadores, coronándose como tricampeón con una de las escuadras más valoradas en la historia del fútbol. En el partido que ambas escuadras jugaron en las semifinales del torneo sería recordado para la posteridad. En 1954, camiseta betis 2022 España se quedó fuera del Mundial de Suiza de por un sorteo de desempate con Turquía en el que la mano inocente de un niño (italiano curiosamente) sacó con los ojos vendados el nombre del equipo caucásico para clasificarse al torneo. La incertidumbre se apoderó del Estadio San Paolo, ya que la proximidad de la final, tan solo dos días después, impedía el procedimiento habitual en caso de empate, que era la disputa de un partido de desempate. Tras adelantarse Italia en los primeros minutos del encuentro, fue capaz de defender el resultado durante casi todo el partido. Tschenscher, el árbitro del encuentro, llamó a los dos capitanes al vestuario. La selección argentina realizó su primer entrenamiento de cara a la final del Mundial de Qatar. Los balcánicos llegan muy envalentonados a la final tras haberse deshecho por el camino de grandes combinados como la reciente Campeona del Mundo, Inglaterra.
Pese a superar la primera clasificación del Grupo 6 de la fase de grupos ante la selección austríaca, la selección sueca y la selección irlandesa, la actual subcampeona mundial y vigente campeona europea, perdería en el decisivo partido para acceder a la fase final a los que resultarían ser los anfitriones: la selección belga que les derrotó por un 2-1 global que consiguieron en el partido de vuelta. Los anfitriones consiguieron ponerse por delante y ponerle resistencia a la vigente campeona de Europa en la primera parte, a la que se llegó a su conclusión con un empate a un gol. Un partido muy reñido y muy táctico en el que ninguna de las selecciones fue capaz de perforar la portería rival, con el consiguiente empate a cero goles final. De nuevo Polonia, en el penúltimo partido de grupo, les «robaría» un punto tras el empate a un gol que de nada servía a ninguna de las dos selecciones, y que llevaría a los Países Bajos a clasificarse para la segunda fase clasificatoria, y finalmente terminar tercera de la Eurocopa balcánica primera celebrada en la Europa del Este.
En el minuto 92 de partido, cuando los italianos casi celebraban el pase a la final, el alemán Karl-Heinz Schnellinger anotaba el tanto del empate y llevaba el partido a la prórroga. Yugoslavia, más motivada de inicio, se adelantaba en el marcador, y cuando se temía ya lo peor en la capital lombarda, viéndose ampliamente superados por los yugoslavos, llegaba el tanto del empate de Domenghini para firmar el 1-1 final que tampoco se movería en la prórroga. Italia no lograría, de nuevo, clasificarse para la Eurocopa 1976 de Yugoslavia al finalizar tercera del Grupo 5 de la fase de clasificación en donde tuvo que enfrentarse a la selección neerlandesa, la vigente subcampeona mundial que deslumbró al mundo de la mano de Johan Cruyff, Johan Neeskens, Rob Rensenbrink, y Ruud Krol con su implantación y estilo de juego del «Fútbol total» que le servirían para ser apodada como la «Naranja Mecánica»; la selección polaca, su verduga en el pasado Mundial, y revelación al finalizar en tercera posición; y la selección finlandesa.
Pese a haber encontrado de nuevo el camino del éxito, los italianos no fueron capaces de clasificarse para la Eurocopa 1972 de Bélgica. La liga tuvo una sorprendente buena marcha sobre todo durante los primeros dos tercios del campeonato. No en vano, por primera vez la moneda iba a decidir quién sería el finalista de una gran competición. Desde la intervención divina de San Jenaro, patrón de Nápoles, a la presencia de «La Camorra», influenciando en el resultado, obligando a que la moneda tuviera las dos caras iguales en favor de la decisión de Italia, pasando por el «equilibrio místico de la moneda, suspendida por el público en su rotación hasta que cayera del lado italiano», como comentaron la crónicas del día siguiente. ↑ «La deuda económica es ya insalvable». ↑ a b c d «El partido que cambió la historia». En total cinco goles anotados en la prórroga, el único partido en toda la historia de la Copa Mundial de la FIFA en la que esto ha sucedido. De esta forma, se refuerzan con importantes jugadores llegados de Real Madrid (Aleix Febas y Álvaro Tejero), Inter de Milán (Rey Manaj) o Genoa CFC (Santiago Gentiletti), que sumados a otros jóvenes jugadores harían que el club albaceteño se instalase en las primeras jornadas de competición en puestos de ascenso.