La edad no es importante, lo importante es tu actitud en el terreno de juego y que te adaptes a lo que quiere tu entrenador», explicaba el seleccionador al ser preguntado durante su primera convocatoria. Tiene calidad, disparo, potencia y casi todo el juego de ataque verdiblanco para por sus botas. «El Balompié», como fue conocido el equipo hasta finales de los años veinte, se convirtió en el año 1910 en el primer vencedor de la Copa de Sevilla, condición que revalidó y ostentó hasta 1913, siendo uno de los equipos que más impulsó el fútbol en la región ya con su identificativo uniforme verdiblanco establecido en 1911 a semejanza de los colores de la que después sería la bandera andaluza con unos colores que definieron históricamente a la región. He estado viviendo allí durante tres años y me gusta mucho el país, pero creo que van a entender que debo hacerlo lo mejor posible.
Para promover nuevos jugadores procedentes de la cantera, el club dispone de tres equipos de juveniles federados, cada uno en una categoría diferente. Finalmente, el club rehusó participar por motivos económicos, en la que hubiese sido la primera participación de un club sevillano en la máxima competición a nivel de clubes en España. Fue a partir de 1924, cuando el Balompié, gracias a la vuelta a la directiva del club de varios de sus primeros fundadores, mejoró en sus resultados y, tras múltiples subcampeonatos, venció por primera vez la Copa de Andalucía en la edición de 1928. La recuperación social era un hecho en lo que fueron los preludios a la constitución en España de una primera competición profesional, la Liga Española de Foot-Ball. Mientras el club jugaba sus primeros partidos como sociedad oficial, se oficializa en enero de 1910 el Betis Foot-ball Club como consecuencia de una escisión en el Sevilla Foot-Ball Club, llevada a cabo por un grupo de dirigentes.
Más allá del plano legal, en el puramente práctico, el Balompié aportó los jugadores, el palmarés, la afición y el terreno de juego, que desde 1913 era El Campo de las Tablas Verdes, en el Prado de San Sebastián, mientras el Betis F. C. fundamentalmente añadió el título de Real. Aunque no siempre fue indiscutible en un centro del campo dominado por Casemiro, Modric y Kroos desde hace años, acabó siendo un jugador clave en la recta final de la temporada del Real Madrid, con actuaciones determinantes tanto en la Liga como, sobre todo, en la Champions. Se desconoce el autor del primer tanto del club en la competición, mientras que tuvo unas irregulares actuaciones que lo mantuvieron alejado de los puestos de ascenso. El 18 de febrero de 1934, el equipo sevillista consiguió el ascenso a la Primera División, tras derrotar en Madrid al Atlético en la antepenúltima jornada del campeonato y quedar primero (en todo caso, en la temporada siguiente se había decidido que Primera se ampliase a doce equipos, por lo que el Sevilla podría haber sido incluso segundo).
La temporada 2017-18 comenzaba con la llegada como técnico de Quique Setién y sus colaboradores procedente de la U. D. Las Palmas. En cualquier caso, seguirá siendo conocido popularmente como Sporting. El club, que continuó siendo conocido popularmente como «el Balompié» y sus aficionados como «los balompedistas», volvió a proclamarse campeón de Sevilla en 1915, momento en el que empezó un lento declive que tuvo su momento más álgido en 1920, fecha en la que el club estuvo al borde de la desaparición debido a una acusada crisis económica y que repercutió en que al no disponer de medios económicos ni derecho de retención de jugadores en la época del «amateurismo marrón», o profesionalismo encubierto. Más de una decena de sus mejores jugadores fueron captados por otros equipos en poco tiempo, y que pese a lo cual no impidió que de manera aislada a los acontecimientos estuviese a punto en varias ocasiones de ganar el Campeonato de Andalucía como única alternativa a un Sevilla FC nutrido de jugadores balompédicos. A los primeros en general, y más especialmente a los segundos, brindo esta modesta «ideica» en bien de la pureza y riqueza de esta habla española, por cuya conservación y acrecimiento todos debemos interesarnos de continuo, sin dejarnos vencer por la rutina y el culto inconsciente que se rinde al exotismo, culto asaz bajuno y excesivamente cursi en muchas ocasiones.