Pero no hay ningún testimonio claro, ni particularmente yo, que viví intensamente aquella época, camiseta atletico de madrid recuerdo de entonces nada sobre “Submarino Amarillo”. El Lyon estaba entrenado por Aimé Mignot, un central de los cincuenta y sesenta con más de 400 partidos a sus espaldas y contaba con algunos futbolistas de categoría, camiseta barcelona 2023 como el delantero Bernard Lacombe que haría el camino inverso de Jacquet para fichar por el Saint-Étienne en el 79 y luego se reencontraría con el Burdeos para establecer otro gran ciclo.